Ser un profesional de los servicios de inversión significa pertenecer a una profesión honrada. Hace posible que el patrimonio crezca asumiendo un nivel de riesgo razonable. Si el trabajo se hace bien, tiene un impacto importante y duradero en la vida de las personas. Les permite comprar una casa, ofrecer una educación a sus hijos y jubilarse con tranquilidad. Es una profesión con un elevado valor social. El negocio de la inversión, como cualquier otro, consiste en generar beneficios para sus propietarios y, en principio, no hay nada de malo en ello. De hecho, es uno de los mejores modelos empresariales en el mundo, requiere muy poco capital, tan solo una mesa y un ordenador, y puede llegar a ser muy rentable.

El negocio funciona de la siguiente manera: los gestores financieros cobran una comisión que es un porcentaje del dinero que invierten para sus clientes y lo perciben directamente desde las cuentas de éstos, sin necesidad de facturas.

Son actividades de coste fijo, de manera que si, por ejemplo, un banco invierte un total de 100 millones de euros para clientes por una comisión anual del 1%, el banco percibirá un 1 millón de euros en beneficios cada año. Si los costes del banco son 900.000 euros, generará 100.000 euros de beneficios. La magia de los costes fijos surte efecto cuando hay crecimiento.

Si el banco gana más clientes, y los fondos que éste gestiona se duplican, sus costes no subirán de manera proporcional. El banco ganará mucho más dinero: 200 millones gestionados generan 2 millones de euros en comisiones con los mismos 900.000 euros de costes, teniendo un beneficio de 1,1 millones de euros, 11 veces mas que con la mitad de los activos. Si los fondos gestionados crecieran por 10, hasta gestionar 1.000 millones, aunque sus costes se duplicarán, seguirían incrementando 80 veces el beneficio inicial.

Como se puede ver por sus costes fijos, el negocio de la inversión está altamente incentivado para gestionar la mayor cantidad de dinero posible. Es fuerte la tentación de vender a los clientes productos que estén de moda, productos que hayan dado buen resultado recientemente, como acciones de empresas de Internet antes de la quiebra de 2001, o bancos o empresas inmobiliarias antes de la crisis financiera de 2008. Los productos financieros novedosos son más fáciles de vender y, como ocurre con la comida basura, sabe bien cuando la comes, pero no es beneficiosa para ti a largo plazo.

Las gestoras poseen también un incentivo para mantener las comisiones elevadas de manera que puedan pagar a los bancos y a los distribuidores para vender sus productos. En muchos casos, el 90% de las comisiones que los clientes pagan no son para el gestor sino para las personas cuyo trabajo es convencerte de comprar los productos del gestor. Así, estos distribuidores, como los bancos, tienen un incentivo para venderte el producto que les proporcione la comisión más elevada.



Los gestores activos son los principales culpables de todo esto. Pagan a los distribuidores para que digan a sus clientes que tienen la fórmula mágica para ganar la carrera contra el mercado, sin embargo, muy pocos logran ganarle a largo plazo, y los clientes lo descubren cuando es demasiado tarde. Generar altos beneficios para los clientes puede convertirse en una segunda prioridad para estos negocios, pues la ganancia viene del volumen de productos comercializados más que de la rentabilidad conseguida.

Los gestores pasivos no tienen estos conflictos de interés ni venden una pócima milagrosa, y a largo plazo tienden a ganar la carrera contra los gestores activos. Tienen por objeto replicar el rendimiento medio de un mercado con las comisiones más bajas posibles. Por desgracia, dado que los gestores pasivos no pagan comisiones a los distribuidores para que promocionen sus productos, éstos no suelen venderse por los bancos.

Finizens es un negocio de inversión y ganamos dinero invirtiendo fondos de nuestros clientes. Nuestro objetivo es hacerlo siguiendo los principios de la profesión inversora. Evaluamos el riesgo de los clientes y creamos carteras diversificadas usando fondos pasivos de bajo coste. Queremos acompañar a nuestros clientes en la larga carrera hacia sus metas financieras, evitamos lo que está de moda y no cobramos comisiones de los fondos.